martes, 12 de mayo de 2009

Vuelve el Hombre

El Partido Bigotista tiene una forma cuánto menos curiosa de dilucidar sus conflictos políticos. Al contrario de otros partidos, que resuelven sus diferencias a berrido limpio, en el PP se mata con navaja trapera, en el callejón más oscuro y cuándo menos se lo espera la víctima. Eso permite que, a ojos de los menos informados, de los que no siguen la actualidad día a día, de los que, en fin, para informarse sólo leen la santísima trinidad del Marca, el Pronto y la hoja parroquial (es decir, el electorado objetivo del bigotismo) el PP parezca un partido cohesionado y estable.

En contrapartida, Génova es un pozo negro lleno de suspicacias, donde la traición y el peligro acechan tras cada esquina y todas las sillas se mueven. En principio, y gracias al Führerprinzip instaurado durante los 90, la única silla segura es la del Líder Máximo, pero las cosas han llegado hasta tal punto que hasta Malas Noticias Brown (léase Mariano Rajoy) ve amenazado su liderazgo.

Como saben, la candidata de la extrema extrema del Partido Bigotista era, hasta hace nada, Esperanza Aguirre Gil de Biedma. Pero ahora que está más que claro que, tarde o temprano, el caso Gürtel le va a pasar factura, poco a poco va quedando claro quién es el candidato del sector ultra para cuándo Mariano se caiga del caballo again. (Que espero será en las municipales de 2011.)

Y, sí, señora. Todo indica que el nuevo candidato es Él. El único. El genuino.

Bigotus Máximus.

El nuevo linvro que ha escrito el Querido Líder, es el enésimo mash-up de las desacreditarérrimas ideas neoliberales de la FAES. Si hasta Alan Greenspan se está planteando lo de revertir la tendencia a desregularizar es que el modelo ha funcionado MUY mal, pero, como ustedes saben, entre la derecha neocon en general y la española en particular existe una muy extendida costumbre de no dejar que la realidad se interponga en el camino de una idea bien (quicir) planteada. Así pues, las hipotecas basura, la quiebra de Islandia, la caída de las bolsas, en fin, la crisis global, por no sé qué mirabuloso truco de magia, se resume en sus 200 páginas en la frase que el lector de nuestro idolatrado Jose Mari quería oír desde el principio: "la culpa es íntegramente de Zapatero."

Pero lo que realmente llama la atención es que Aznar, que nunca se había conformado con su situación pos-2004 (éste artículo lo escribí hace más de tres años, pero sigue siendo muy actual) ha vuelto a la palestra a hacerse notar. Es el Hombre, es el Líder, y ha vuelto.

Es un señor patético y deplorable, pero, por más que me duela decirlo, ténganle miedo. Mucho miedo.

Seguiremos informando.

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