domingo, 17 de mayo de 2009

Maccarthyismo cañí

Detesto profundamente cuándo mis malas previsiones se cumplen: el problema de dejar en manos de cualquier persona o institución el decidir quién tiene derecho a participar en el sistema democrático y quién no, es que, a largo plazo, inexorablemente, la lista de demócratas se va a ir reduciendo, rodaja tras rodaja, hasta deslegitimar definitivamente al sistema. No es mala fe: es, sencillamente, una nefasta aplicación de la lógica simbólica: "éste es amigo de A, que es amigo de B, que es amigo de C".

El hecho de que en España se vota al Parlamento Europeo en una única circunscripción que cubre todo el país producen extrañísimos compañeros de cama. Hará unos años, CiU, PNV y el BNG se presentaron en una lista conjunta. Las listas conjuntas, cuánto más amplias , mejor, son la única manera de conseguir escaños en unas elecciones que tienden de forma implacable al bipartidismo.

Así pues, el titular de El País acerca de la ilegalización de Izquierda Internacionalista es tan falaz como típico. Dudo seriamente de que el Partido Comunero tenga intenciones violentas más allá de poner la típica pintada de "Madrid es Castilla" en los transformadores rurales. Pero al Tribunal Supremo eso le ha dado igual: van en la misma lista que Alfonso Sastre, en consecuencia, comparten sus fines y sus intereses. Y pueden ser pocos, pero con ésta decisión ya son más los españoles que se han quedado sin la posibilidad de votar a sus candidatos en éstas elecciones europeas.

Es muy duro decirlo, pero todo indica que la Ley de Partidos ha generado una suerte de maccarthyismo cañí que todavía no ha llegado a su punto más álgido. Con la complicidad de los medios de comunicación y el silencio garantizado dentro de los partidos mayoritarios, día tras día, los "compañeros de cama", los "cómplices", los "tibios", los "indiferentes", van a ser etiquetados y expulsados del paraíso democrático por no plegarse a la simple y empobrecedora dicotomía: si no estás contra los terroristas estás con ellos.

Pues mire, señora: me niego a una simplificación tan burda. Estoy contra los terroristas en cuánto que terroristas; pero un hecho es incontestable y incontornable: los terroristas son, igualmente, ciudadanos españoles con derechos: y en tanto en cuánto lo son, en cuánto en tanto lo sean, mi obligación como ciudadano y como demócrata es exigir que no sean privados de esos derechos.

Y si ésta sencilla coherencia democrática me pone fuera de la Ley, sea: ésta coherencia; mi coherencia que es la de mucha otra gente, es y será la barrera que nos impida regresar de lleno al país de la arbitrariedad del que tanto nos costó salir.

Seguiremos informando.

2 comentarios:

Cuervo Blanco dijo...

Como sabes que pensamos más o menos lo mismo sobre el tema no voy a aportar ningún dato ni opinión, pero sí voy aplaudo admirado por tu coraje a la hora de decir las cosas como son.

Maese Thiago, cuente usted con mi espada a su lado para la batalla. Un profundo abrazo de su Cuervo Blanco.

Tirso dijo...

Bueno, aunque parecía poco probable al final Iniciativa Internacionalista va a poder presentarse a las elecciones europeas.

Aunque hay algunas cosas que dicen, que me parecen gilipolleces y su anuncio da penita, Lo mismo les voto, que por lo menos han hecho un manifiesto:

http://www.iniciativainternacionalista.org/