miércoles, 26 de marzo de 2008

El kilómetro ciento uno

¿Lo ven? La pelotera del Tíbet se ha quedado en nada; salvo Nicolas Sarkozy, dentro de su serie de sarkozadas para deleite de unos medios de comunicación que cada vez le toman menos en serio, nadie se ha planteado hacer nada para evitar que los chinos sigan apaleando a sus minorías de la forma que les resulte más conveniente.

Sigo defendiendo mi teoría de los veinte años, pero está claro que los incidentes en Tibet (una región alejada y bastante inofensiva) han servido para que el régimen militar-burocrático chino suelte vapor frente a la comunidad internacional. China es una dictadura que no respeta los derechos humanos, pero mejor que se note ahora que los Juegos Olímpicos están relativamente lejos que en plena marea de periodistas y turistas. Una vez pacificada a palos la región, toda noticia sobre vulneraciones de derechos humanos en China ya no será suficientemente interesante como para ocupar las portadas.

Sí, amigos, la fiesta del deporte. En los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, el gobierno soviético tomó medidas digamos drásticas: detuvo a todas las personas con antecedentes penales por robo y/o prostitución y les prohibió poner los pies a menos de cien kilómetros de la Plaza Roja.

Así que cuándo den comienzo los Juegos, que, en un alarde numerológico (a los chinos les encantan éstas cosas), empezarán el ocho del ocho del ocho, a las ocho y ocho (8 de agosto de 2008, a las 20:08 hora china, 13:08 hora de Madrid), recuerden, amigos, que habrá un kilómetro ciento uno donde estarán todos los esqueletos que la República Popular China no quieren que vea.

A ver si saben distinguirlos.

Seguiremos informando.

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