jueves, 31 de enero de 2008

Intelectual

Dice doña Ana de Botella que su esposo, Bigotus Máximus, ya no siente nostalgia del poder porque ahora puede cumplir con su verdadera ambición, que es la de ser intelectual.

Ustedes no saben lo que he sufrido para escribir ésta última frase sin descoyuntarme de risa. De la capacidad intelectual del señor Aznar López supongo que ya todos tendrán constancia, pero seamos agradables: "intelectual", para la derecha universal, es un tipo que hace pose, lleva gafas y habla de lo que no sabe con una apabullante convicción; y desde aquí podemos asegurar a doña Ana que, dentro de esos parámetros, su esposo ya es un intelectual de pro.

Ahora, pensar, lo que se dice pensar, no. Pero qué importa.

Porque así puede decir que lo de devolver 400 euros con la declaración propuesto por el PSOE es "comprar votos", mientras que lo de no pagar a Hacienda si se cobran menos de 16.000 euros al año, propuesto por su adláter, no lo es.

Es de primero de carrera de Económicas (corrígeme, Jaime, si me equivoco) que hay tres formas primarias de reanimar una economía en crisis: una bajada de tipos de interés, incentivos fiscales directos y el incremento del gasto público.

La primera opción queda descartada porque a Jean-Claude Trichet no le sale de los oeufs bajar los tipos; el dinero barato vendrá cuándo el BCE tenga garantías de que irá a la recuperación económica y no a la bolsa.

La segunda opción es la que quiere aplicar el gobierno. Pero, como mis lectores informados (que son todos) sabrán, suele ser una opción preferida por los gobiernos de derechas. Los gobiernos de izquierdas, en general, prefieren la tercera opción: el incremento del gasto público, y, más específicamente, del gasto social.

¿Y entonces, por qué no incrementar esas partidas, en lugar de éste descuento puntual?

Primero, porque el gasto implica compromiso. Si se hace un programa de gastos ahora que hay dinero, dentro de la inercia habitual del gasto público se deberá seguir haciendo ad aeternam, y eso puede ser peligroso para cuándo vengan peor dadas y ya no haya tanto parné.

Y segundo, porque el dinero del gasto social lo puede dar el Estado, pero lo administran las autonomías. Y extenderle un cheque a la Espe para que se lo gaste cuándo y como le salga del cardado (como ya hace con las ayudas al alquiler o a las de dependencia) o, lo que es peor, para que se lo gaste en curas, a mí, personalmente, me rompe las bolas.

Pero estamos en campaña electoral, buscamos la línea fácil, el titular, y no vemos el fondo de las cosas.

Salvo los intelectuales, naturalmente.

Seguiremos informando.

lunes, 28 de enero de 2008

Caminos de salvación

Puritanism is the haunting fear that someone, somewhere, may be happy. (H.L. Mencken)

El PP catalán insiste en hacer amigos yendo de visita a un congreso de organizaciones ultracatólicas en Barcelona, con presencia de mucha gente sana y deportista, tipo el cardenal de Barcelona y un sujeto que fue a mostrar al congreso sus diez hijos y veintisiete nietos para mostrar al mundo qué es una "familia neocatecumenal". Diez hijos. Debe ser lo que llaman un atleta de Cristo.

Ahora en serio, los que me leen a menudo saben que uno de los principales deportes de éste blog es meterse con la Iglesia (lo que también es fuente de muchos de los mejores chistes) pero hoy en el tren, me lo he intentado plantear seriamente: ¿qué lleva a una persona, aparentemente normal y educada, a convertirse en un teoconservador? ¿Qué lleva a alguien a salir de manifa con los obispos una tarde de domingo en la que podría estar, no sé, preparando un cocido o viendo el júrgo?

Y yo creo que es porque ese tipo de organizaciones ofrecen el único tipo de idealismo al acceso de las clases medias españolas. Los últimos veinte años han visto el definitivo fin de la utopía de izquierdas, cosa que es del todo terrible, puesto que es de las ideas irrealizables de donde se sacan las ideas realizables. El movimiento teocon, en sus diferentes variantes (Opus, "kikos", legionarios, etc.) ofrecen la utopía de un mundo feliz de derechas, donde no hay punkis, ni enfermos, ni gays, ni negros, donde todos son blancos y hermosos, tienen hijos regordetes y sanotes y todos llevan jerseys de punto y chándal los sábados. Y es ante esa utopía donde las clases medias burguesas españolas, aterradas ante un mundo que se les vuelve cada vez menos previsible y más complicado, se lanzan de cabeza.

Es, en suma, un reflejo de la voluntad de cierta clase media española de tener la misma vida cerrada y mediocre que tuvieron sus padres y sus abuelos; esa clase media que ve con devoción Cuéntame y aprecia las maravillas de esos tiempos tan sencillos, en suma, la machadiana España que bosteza.

Y esa masa de gente asustada y temerosa ha sido absorbida por la Iglesia católica para hacer ruido y demostrarse a sí misma que sigue valiendo para algo en un mundo donde cada vez tiene menos peso.

Seguiremos informando.

viernes, 25 de enero de 2008

Un burka en bici

Hoy es viernes, y el matutino trae noticias fantásticas, como la de ese propietario de un Audi A8 que tras atropellar y matar a un ciclista de 17 años en La Rioja ha demandado a la familia por daños al vehículo; es decir, qué clase de infraser se ha de ser para que el cerebro de uno musite la frase "me abolla el coche y encima se muere el hijo de puta", y que no sólo quede en un vago pensamiento estúpido pronto ahogado por cosas como la vergüenza, sino que tenga los santos huevos de ir a un juzgado y poner esa gilipollez por escrito. Conocida, y hasta tópica, es la invencible estulticia del mediano empresario medio español, pero ésto ya es excesivo.

Pero para éste su corresponsal la noticia del día es que el gobierno de los Países Bajos se prepara para prohibir el uso del burka en colegios y oficinas. Conocido es por todos mis lectores que estuve residiendo en Holanda durante diez meses, así que tengo cierto conocimiento de causa. Y literalmente.

Estaba un día volviendo de la Centraal Station de no sé qué exactamente (mis viajes en tren en los Países Bajos eran normalmente experiencias placenteras que complementaba con una chapata con mozzarella y especias y un botellín de leche Friesche Vlag comprados en la estación), pero ahora que lo pienso puede que fuese con mi madre... cuándo, al girar la esquina de Delftse Poort y Weena, prestando ojos y oídos a ver si por el carril bici se dirigía hacia mí un artefacto de dos ruedas con intenciones homicidas (recordemos que en los Países Bajos los ciclomotores pueden ir en los carriles bici, y lo hacen) cuándo veo en mi dirección una pareja montada en bici.

Es normal en Holanda que vayan dos personas en una bici (y que las ciclistas lleven minifalda, pero esa es otra historia de posibles accidentes) pero en éste caso era realmente especial. Él (porque era él el que llevaba la bici, naturalmente) llevaba una chilaba hasta los tobillos, uno de éstos gorritos blancos cuyo nombre no me voy a molestar en buscar ahora y una barba poblada hasta el extremo.

No es que me hubiera extrañado mucho ver a alguien así: en Rotterdam, el 47% de la población es inmigrante o descendiente directa de inmigrantes. En Madrid, la tasa es del 13,6%. (En el distrito Centro, del 27%, Tetuán, el 19%). Recordemos: un 47% de media. No hace falta decir que en calles como la Nieuwe Binnenweg, bajarse del tranvía es como aterrizar en Paramaribo, Esmirna o Jakarta, todo al mismo tiempo, cuándo tu piso indiscutiblemente holandés estaba a menos de dos kilómetros. A mí me encantaba.

Pero me estoy desviando del tema: el barbudo en bici, por increíble que pueda parecer, no era el viajero más extraordinario del biciclo: a su espalda, agarrada a la chilaba y posiblemente suplicando para que el tejido no se le enganchase en los radios (otra vez), iba una dama en burka, marrón. Naturalmente, como soy un tipo de mundo (quicir) intenté mantener toda la pachorra del universo, pero (y ya me acuerdo), mi santa madre, que iba conmigo, no tardó ni quince segundos en expresar esa indignación gruñona y susurrante que tiene toda la gente que tiene opiniones fuertes sobre las cosas pero que tiene la consideración de expresarlas en voz alta.

Yo estoy plenamente a favor de que la gente vista como quiera, pero alguien tiene que esforzarse mucho para convencerme de que se pone eso de forma voluntaria.

Seguiremos informando.

jueves, 24 de enero de 2008

El gato y el ratón

Se congratula el ministerio del Interior que se vaya a prohibir ANV, el bigotismo se queja de que se haga en pleno período electoral, nadie parece darse cuenta de que es totalmente inútil.

Porque de inmediato se fundará otro partido, se cambiarán los nombres en la cartelería, se instalarán dos nuevas portavoces salidas de las ilustraciones en litografía de La Marimatxo Bizkaína, de Sabino Arana y Goiri, y el ciclo volverá a empezar de cero; un juego del gato y el ratón que no se puede ganar.

Tardé en desarrollar un sentido crítico respecto a todo ésto (inténtenlo ustedes, a ver si les sale tan fácilmente) pero es que, por desgracia, las ilegalizaciones no sólo son inútiles, también son contraproducentes.

Y vendrán los demócratas indignados a decir: "¿Es que les quieres dar a esos hijos de puta los privilegios de la democracia?" Y en efecto, sí, quiero, porque los privilegios de la democracia, por principio, no pueden ser restringidos. Y además, la definición de "esos hijos de puta" es tremendamente elástica, y puede estirarse hasta incluir a la gente que nos cae mal, y ahí ya dejamos de tener democracia del todo.

Es muy duro conservar las consideraciones morales cuándo hablamos de asesinos. La reacción primaria, lo que nos pide el salvaje animal que llevamos dentro, es colgarles de las farolas con cuerdas de violín y esperar su decapitación lenta y dolorosa. Pero si nosotros nos proclamamos demócratas, si queremos tener la razón ante la sinrazón, tenemos que ser coherentes con los principios que defendemos.

Porque, recordemos, a ésta gente nada le gusta más que la ilegalidad. Pueden así pavonear por Europa la "persecución" de sus "legítimas aspiraciones" por el "Estado represor" y hasta (Dios nos libre) salirse con una sentencia favorable en Estrasburgo. La legalidad les recuerda lo minoritarios que son dentro de la sociedad vasca: sólo un puñado de tarados en el valle del Oria (posiblemente el lugar más feo de España, quitando el Campo de Gibraltar) llorando por los trabajos en la metalurgia que nunca tuvieron y ansiosos por cualquier epopeya de caserío y liberación nacional que les saque de su anodina vida de pijopunkis.

Y eso es lo que son, unos pijopunkis y unos mierdas. No podemos dejar que determinen la vida política nacional, no podemos abdicar de nuestros principios democráticos para conseguir réditos electorales, en fin, no podemos seguir haciendo lo que estamos haciendo.

Y sé que no es la más popular de mis opiniones.

Seguiremos informando.

miércoles, 23 de enero de 2008

Crónicas de un falso cultureta (I)

Cuándo escribo dos artículos en el mismo día, o es por un evento importante, o es porque me pongo autobiográfico. Y ya oigo mascullar en el fondo de la sala, pero ésto es lo que hay: si algún día deciden contarle a una hermosa dama / gentil mancebo como su amigo Thiago escribe bien (sort of) tendrán que sacar del cajón artículos como éste. No soy un literato; no tengo la santa paciencia de sentarme, día tras día, y sacarle punta a los adjetivos, intentando que no se repitan. Verbalmente soy torpón, pero por escrito soy directo; para qué contarlo en diez líneas si lo puedo explicar en cinco. Y de hecho, ya tardo demasiado con las introducciones.

Me jacto (de la manera que puede jactarse alguien que presume de las cosas equivocadas en los momentos inadecuados) de ser un friki cultureta. Mentira, naturalmente; a los diez minutos de conversación queda claro que el hecho que conozca los libros, películas y discos de los que me hablan no quiere decir que los haya leído, visto o escuchado. Lo que no quiere decir falta de interés, por supuesto, más bien una mezcla entre falta de dinero, vicios interminables al OpenTTD o a lo que se le parezca y un desagradable conformismo con las sinopsis superficiales.

Pero claro, ahora soy parte de las masas proletarias y mi absurdamente bien pagado trabajo me permite ciertos vicios como el de hoy: salir del trabajo e ir a la FNAC a comprar. Como siempre, entré con la decidida intención de aumentar mi colección de DVD-ses, pero como de costumbre, al no tener lo que tenía precisamente en la mente (a saber, "Jesús de Montreal", "El Hombre sin Pasado" de Kaurismaki y "Al Filo de la Noticia", ésta por una extraña tendencia masoquista que ya explicaré más adelante) me acabé dirigiendo a la sección de libros en inglés.

Puede parecer pedantería comprar los libros en inglés, y así lo consideraba yo hasta hace poco, pero dos razones me justifican: que en los libros, como en las películas, en su versión original existen giros, expresiones, frases hechas y chistes, que en la inmensa mayoría de los casos hacen mucho más interesante el libro en cuestión, y que valen los tres o cuatro euros que cuesta de más; segundo, y más importante, que existe numerosa literatura, buena literatura, que nuestras editoriales jamás (y cuándo digo jamás lo digo en serio) publicarían en bolsillo, estando demasiado ocupadas en sacar sucesivas reimpresiones de "Los Pilares de la Tierra". Y me refiero sobre todo al ensayo: una de mis mejores compras fue "Le he estrechado la mano al diablo", del general Roméo Dallaire (que después interpretaría Nick Nolte en "Hotel Ruanda", sin consultarle) que es, y sin ningún afán publicitario aquí, el libro que más me ha enseñado sobre África y sobre las Naciones Unidas. Así que, en realidad, estoy ahorrando dinero.

Así que me dirigí a la sección de literatura internacional y me llevé a casa tres libros: dos de Bill Bryson y "Alta Fidelidad", de Nick Hornby.

Bill Bryson es un tipo que nació en Estados Unidos, vivió veinticinco años en Gran Bretaña y se volvió, haciéndolo un autor perfecto para uno de los tipos de literatura que más me gusta: la literatura de viajes. Y cuándo me refiero a literatura de viajes no me refiero a esa literatura de viajes de la escuela francesa, poblada de aburridas digresiones filosóficas tipo "Y en medio de la llanura de Ahaggar, viendo como la bruma del desierto se entremezclaba con la noche cercana, al extenderme Ahmed mi taza de té, ardiente pero dulce, pude comprender como la vida del Tuareg era realmente una intercomunicación entre el cielo y el desierto." (Me lo acabo de inventar, pero seguro que hay un libro así. Búsquenlo.) Cierto es que entre Balzac y Proust el realismo francés es un monolito tan grande que nadie se atreve a tocarlo, pero por el amor de Dios, es un ensayo, en alguna parte tiene que venir el olor a mierda de camello, sudor y arena...

Bill Bryson no es así. Son libros de anécdota tras anécdota, contándote historietas sobre pequeñas costumbres absurdas, que abundan en todo el mundo. Éste hombre es famoso por haber publicado "Una breve historia de casi todo", un libro de divulgación científica (me gustan esos libros) que, sin embargo, te deja un mal sabor de boca, porque un tipo ateo y racionalista busca la ciencia como certidumbre de la estabilidad de nuestro universo, y ese libro te hace ver que si estoy aquí escribiendo ésto es por una serie de probabilidades infinitesimales (y realmente infinitesimales) lo cuál hace un plato lleno para personalidades woodyallenescas como la mía.

Pero aún no he tocado esos libros.

Quién me conoce sabe que me encanta la peli de "Alta Fidelidad". La tengo en DVD y la he visto varias veces. Y me encanta porque es una peli que va de frikis, va de música, y va de problemas con las mujeres, y de las tres cosas puedo opinar con un cierto conocimiento de causa. Pues, como no, el libro es mejor. Y no sólo mejor: mucho mejor.

Mejor porque dice más que la película, y tiene más listas "Top Five" que la película (Mi favorita es la de Las Cinco Bandas o Músicos Que Deben Morir Una Vez Llegada La Revolución Musical: Simple Minds, Michael Bolton, U2, Bryan Adams y (a partir de aquí cito textualmente del libro) [...]"(sorpresa, sorpresa) Genesis. Barry quería matar a los Beatles, pero le recordé que alguien ya se había ocupado de ello." [...]

Pero si es mejor por algo es porque es inglés. Y si es inglés no tiene que preocuparse a quién va a ofender o no, y habla de la forma que sólo un inglés puede hacerlo, y sobre todo, porque mientras que la película transcurre en una ciudad estándar norteamericana (que es Chicago, pero puede ser cualquier otra), el libro transcurre en Londres, y es profundamente londinense, lo que implica que los personajes tienen otros gustos allende la música: Barry es un fan de Terry Pratchett, Rob va a ver películas extranjeras en versión original (en Camden) de vez en cuándo, etcétera.

Si tengo que explicarles quién es Rob y quién es Barry, ya están tardando en ver la película o, mejor, leerse el libro. Pueden verla conmigo si quieren; no me importa.

Seguiremos informando.

Días de Cine: se parece a mi tío Oscar

Hoy el artículo va cinematográfico porque si no tendría que hablar del Congreso-mitin de víctimas del terrorismo, y como no quiero tirar el ordenador por la ventana (implicaría arrancar un ordenador que no es mío y romper una ventana que tampoco es mía) voy a pasar a temas más amenos.

Sí, amigos, han salido las candidaturas (que se dice asín, y no "nominaciones", furros) a los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Recordemos que desde hace unos años, todos los estrenos "oscarizables" salen como mucho dos o tres meses antes de la presentación de candidaturas, para evitar el síndrome de "Camino a (la) Perdición", que como fue la primera en salir al final nadie se acordaba de ella (o eso creen los muchachos de Joliwus, no se lo voy a discutir). Y como nuestras bienamadas distribuidoras cinematográficas siempre se toman un período de tres o cuatro meses para doblar las películas y desfigurar sus títulos hasta límites insospechados, al espectador hispano medio le quedan en media pocas semanas para ver las pinículas candidatas. Así que procederé a informarles de lo que pretendo ir al ver al bioscopio (me encanta el nombre holandés para el cine) para que se apunten a verlas conmigo. Y si no se apuntan, me iré yo sólo.

No country for old men. Hombre, faltaría más: ¿cómo me iba a privar yo de mis judíos favoritos de Minnesota? Y, sí, vale, que Bardem seguro que está enorme; pero es una peli de los Coen, por el amor de Dios, hay que vel·la. Y, por lo que he visto en el trailer, es una coenada de las de siempre: mucho tiro, mucha sangre, mucha gente mirando a paisajes sin fin y saliéndose con coñas siderales, mucho personaje delirante, en fin, que hay que.

Juno. La tapada de los Oscar: No sé ustedes, pero entre tanta bardenada yo no he oído casi nada de éste flim. Es una prueba de que me hago viejo: Ivan Reitman, el director fetiche de las incursiones de Chuache en la comedia (como diría Forges, "gensanta") y, en el lado positivo (quicir), de Los Cazafantasmas, tiene un hijo, Jason, que es director de cine. Y a pesar de que me saca cuatro años, al parecer el muchacho ha hecho un par de flims interesantes: Gracias por Fumar (que también tengo ganas de ver) y ésta, que va de una quinceañera (Ellen Page) que se queda embarazada. Y el tema, que daría para tantas torpezas, es al parecer tratado con humor friki-intelectual y queda algo bastante razonable. Y, oye, sale Allison Janney.

There will be blood. Tengo la obligación moral de ir a ver éste flim con mi amigo y fellow cinephile Jimmy, para intentar reconciliarme con Paul T. Anderson después de lo que me hizo pasar con Punch-Drunk Love (me pasé media hora de película gritando "¡pero haz algo!" luego me rendí y apagué la tele), donde al parecer Daniel Day Lewis está ciclópeo (¿hay alguna peli en la que Daniel Day-Lewis no esté ciclópeo? Me respondo a mí mismo: El Último Mohicano)

Por otra parte, no pienso ir a ver: Expiación (paso de inglesadas de varias horas), Sweeney Todd (Tim Burton haciendo la misma película por cuarta vez y esperando que nadie se de cuenta) y ninguna de las películas de habla no inglesa (una superproducción kazaja (sic) sobre Gengis Khan; Andrew Wajda con ciento ochenta años y aún haciendo propaganda; Nikita Mihailkov, otro queridito de la Academia por motivos inexplicables; otra (más) peli de judíos y el Holocausto; y otra peli de judíos, éstos de Israel: año flojo, año flojo.)

Pues ya saben: conforme vayan saliendo, ya saben dónde encontrarme.

Seguiremos informando.

martes, 22 de enero de 2008

¡El coladero! ¡El coladero!

Si usted está leyendo ésto, es que sus acciones no han bajado lo suficiente. Los caminos de la Bolsa, como los del Señor, son inescrutables; resultaba bastante obvio que, en un ambiente generalizado de crisis, las bolsas no podían sino sufrir un ajuste. Eso no es óbice para que el bigotismo intente endilgarle la culpa a Zapatero, cuya influencia en la cotización de la bolsa de Bombay (que ha perdido tanto como la de Madrid) es indiscutible.

Pero no, amigos, hoy no hablaré de la bolsa; pues para hablar de ello necesitaría entenderlo y prefiero reservar mi cerebro para asuntos menos místicos.

Telemadrid, esa sorprendente cadena de televisión donde Fernando Sánchez Dragó puede ofrecerle una rosa al excusarse por su cretinismo galopante, ha vuelto a demostrar a dónde puede llegar el amarillismo bien entendido.

El otro día la emisora capitalina emitió un reportaje (que he de decir que no vi: desde que salí yo, dudo que Telemadrid haya emitido un programa más interesante) en el que mostraba (quicir) como una red de puertas secretas [acorde de película de suspense] permitía que peligrosos inmigrantes [acorde de película de suspense] entrasen en nuestra querida España, seguramente que a de robá y a echarnos droja en los Cola-caos.

Gran escándalo en los medios afines al cardadismo (que es el bigotismo pero en rubio, fenómeno que, como descubrirá el PP el 9 de marzo para su pesar, es específicamente madrileño) echándole la culpa al Gobien·no, que es el que permite que los negros malos nos acosen por las noches. La prensa se hace eco del "coladero" de malvadosos, entre otros ese gran periódico llamado "Qué!", exigiendo responsabilidades.

Inmediatamente salta la respuesta: el tal "coladero" había sido utilizado por una mafia que se desmanteló en julio, con la connivencia de tres limpiadoras (quienes eran las que ponían las tarjetas de AENA, artefacto sin el que no se podían (ni se pueden) abrir las puertas). ¿Y entonces, el tal "coladero"? Pues, sencillamente, un policía del CEP (también conocido como el Sindicato Español de Torrentes) iba abriendo las puertas antes de que llegase la "piriodista" con su cámara oculta. Todo éste procedimiento, natürlich, grabado por las cámaras de seguridad de Barajas.

Y es lo que me acaba de preguntar mi compañera de trabajo: ¿si saben que los están grabando con cámaras, por qué lo hacen de todas maneras? Respuesta: porque para Telemadrid, ese canal, es indiferente si lo que se dice es verdad o no; lo importante es decirlo. En resumen: miente, que algo queda. Y con su dinero, señora.

Seguiremos informando.

lunes, 21 de enero de 2008

Revolución y elecciones

Tras un sábado noche de lo más gambitero, ¿qué entretenimientos tiene el hombre civilizado un domingo por la tarde?. Las personas con mayor estabilidad mental dirán otra cosa, pero aquí su corresponsal se puso a ver fascinado Cubavisión Internacional (canal 155 del Digital Plus) y su seguimiento del "proceso electoral revolucionario". Como ustedes imaginarán, para un politólogo enfermo y friki como es un servidor, no hay mejor forma de diversión.

Las elecciones en los países comunistas eran (y son) en realidad un fenómeno interesante, dado que en ellos debe elegirse democráticamente (quicir) la prolongación de una dictadura. Según la lógica electoral de éstos muchachos, el Partido representa al pueblo unido, así que es el pueblo el que debe elegir a los candidatos del Partido, que son los únicos (no hay más pueblo que el que representa el Partido, ¿o no?) Éstas reuniones de elección de candidato deben ser de lo más aburrido: llega la lista del Comité Central diciendo a quién hay que elegir candidato y se "vota" al Elegido. Y luego el pueblo vota al candidato en las elecciones.

Pero ojo, hay varios candidatos en cada circunscripción. Así que, para que el pueblo revolucionario no se acostumbre a la desviación burguesa que supone el elegir, el Partido se encarga de crear el llamado "voto unido", que básicamente es un circulito bien grande en la parte superior de la papeleta, al que sólo le falta poner "vote aquí, carajo", y que implica que se vota a todos los candidatos, a la Revolución, a la patria y a Fidel.

Pero éstas no han sido las únicas elecciones del fin de semana. Las elecciones serbias han sido una perpetuación de la secular pugna entre pro-rusos y pro-occidentales por el control del país: recordemos que esa pugna fue la causa aparente de la Primera Guerra Mundial, así que tómenselo en serio.

Y ya que de elecciones hablamos, vayamos con las nuestras: el PSOE parece haberse rendido de intentar vender los logros de éstos últimos cuatro años (que los ha habido, y bastantes) y se ha salido con la ilusión de todos los días: la subida de pensiones para atraer al voto anciano. El bigotismo ha hecho una de éstas reuniones familiares de "aquí no ha pasado nada" para que demostrar que Gallardón y Espe no se matan si están juntos; el mitin ha sido para "garantizar la enseñanza en castellano en toda España", y terminar con el "adoctrinamiento" de Educación para la Ciudadanía; porque, como todo el mundo sabe, la única que tiene derecho a adoctrinar a los españoles es la Iglesia católica.

Seguiremos informando.

miércoles, 16 de enero de 2008

El techo de Rajoy

Caballeros, Chicolini aquí presente puede hablar como un idiota y parecer un idiota.
Pero no se dejen engañar.
Realmente es un idiota.

(Groucho Marx, Sopa de Ganso)

A pesar de ésta verdad lapidaria de Groucho y de la navaja de Hanlon: "Nunca atribuya a la malicia lo que pueda atribuirse a la estupidez", sigo considerando demasiado estúpida la defenestración de Gallardón de las filas bigotistas como para explicarlo con una simple historia de lucha de poder intrapartidaria y un pésimo sentido del timing.

El amor por la procrastinación de Rajoy le ha explotado en la cara en el peor momento: justo cuándo el llamado "fichaje estrella" (quicir), Manuel Pizarro, obtenía aplausos de la prensa empresarial, el bigotismo se dispara en el pie y pierde un bocado del voto centrista que, aunque numéricamente no es demasiado importante (no es que el PP haya hecho mucho durante éstos cuatro años en favor de sus votantes centristas) si lo es simbólicamente respecto al futuro del partido tras las elecciones.

En 1986 se creó la expresión "el techo de Fraga". Se entendía como tal el máximo número de votos que la entonces AP podía conseguir con un programa electoral netamente de derechas, simbolizado por la figura del Patrón. La renovación de AP y su conversión en PP pretendieron específicamente esto: romper el techo de Fraga, abrir el partido a la moderación y ganar las elecciones. Lo que a su debido tiempo se hizo.

El gesto de patear a Gallardón es la definitiva culminación del proceso por el cuál el PP vuelve a ponerse un techo; confirmarse como partido incuestionablemente de derechas y dejar el centro-derecha huérfano. Mi estimado amigo Hidalgo dice que Gallardón posiblemente no se haya rendido y vaya a esperar hasta después de las elecciones para decidir qué hacer. Estoy de acuerdo.

Seguiremos informando.

martes, 15 de enero de 2008

Recuperándome

Hoy estoy mejor del trancazo que llevé encima éstos días. ¿Vamos a lo nuestro?

Si usted creía que el PP iba a ocuparse de su factura de la luz, señora. Toma ya: el presidente de Endesa como número dos de la lista por Madrid. Prueba de que enviar ejemplares de la Constitución Europea encuadernados en piel a Bruselas para evitar que unos catalanes compren la empresa de uno al final compensa. Plato lleno para el PSOE, si lo sabe aprovechar: basta sacar todas las declaraciones de Pizarro los últimos doce meses (y hay bastantes) en las que decía que la factura de la luz debía subir un 15% o un 20% "para compensar las pérdidas de rentabilidad". Ole sus huevos.

Pero, en efecto, más que nunca, el resultado de éstas elecciones va a depender de lo que se movilice o no el electorado de izquierdas. Así que ya saben.

En el mundo, Papa ataca: vuelve a dar la misa de espaldas, lo que desde siempre ha permitido a la feligresía echarle bolitas de papel al cura y sacarle la lengua. En el caso de la tan mentada misa papal, yo hubiera aprovechado que nadie me ve para sacarle fotos al "Juicio Final".

Pronto volveré con mis artículos temáticos.

Seguiremos informando.

miércoles, 9 de enero de 2008

Pot pourri

Estoy tan gambitero... que ya ni siquiera escribo artículos después del fin de semana; estoy que no puedo con mi cuerpo. Y las noticias se acumulan, y se acumulan, y sé de gente que no tiene otra fuente de noticias que yo (así les va) por lo que mi complejo de culpabilidad (cosa en la que soy realmente especialista) va creciendo y creciendo.

Bueno, en breves, porque hay un poco de todo de lo que hablar:

  • ¡Reyes Magos! Ropa variada, el libro de poemas de Tim Burton (¡Tim Burton!) y la quinta temporada de "El Ala Oeste de la Casa Blanca"; tan gambitero estoy que en tres días sólo he visto ocho episodios. Y si se sorprenden de que diga "sólo" es que no me conocen en mis vicios.
  • Al final no me convierto en gafapasta. Cosas positivas de ir al mismo óptico desde sexto de básica: te hacen todos los descuentos del mundo por ser tan buen cliente, y pagas por tus gafas lo mismo que pagaste por las que estás sustituyendo hace tres años. Cosas negativas: llegas al óptico, le dices que quieres unas gafas de pasta, y te dice: "No. A tí no te quedan bien; tienes demasiada cara pan", y lo peor de todo es que es cierto. Pero aún así me las he arreglado bien y me he agenciado unas gafas modernas que creo que me quedan muy bien. Habrá que verlo cuándo estén listas.
  • Hillary Clinton ha ganado las primarias de Nueva Hampshire, echándole un poco de agua fría a la campaña de Barack Obama. Si nos basamos en preferencias personales, éste su corresponsal le tiene mucha más simpatía al bueno de Barack que a la señora Rodham, pero soy consciente que la Clinton tiene más experiencia y más dinero. En todo caso, les ofrezco aquí una caricatura de mi pintatintas favorito, David Horsey, informando de ciertas cosas:

Viejos Votantes: ¿Obama? ¿Cómo puedes apoyar a un abogado de Illinois con sólo dos años de experiencia en política nacional?
Jóvenes Votantes: Oh, la última vez no salió nada mal.

Y, sí, ese es Lincoln.
  • A quién más le debe haber fastidiado la vida el asesinato de Benazir Bhutto no es a nadie del gobierno de los Estados Unidos (aunque a ellos también, y mucho) sino al primer ministro de la India, Manmohan Singh. Ya le está costando horrores al gobierno indio hacerse oír y respetar por Washington desde el 11-S, que mandó al traste el equilibrio indo-paquistaní en aras de la guerra contra el terror. Ahora, con las esperanzas de estabilización mandadas a paseo y la certeza de que Pakistán está ahora mucho mejor armado que hace seis años (dado que el diñeiro enviado por los EE.UU. para luchar contra los talibán se ha desviado para Cachemira y otras zonas calientes) el gobierno indio ahora los tiene por corbata. La suerte del asunto es que gobierna el Partido del Congreso y, en consecuencia, la situación fronteriza es estable. Otro gallo cantaría si los nacionalistas del Janata Dal volviesen al poder. Por suerte, aún falta para eso.
Seguiremos informando.

viernes, 4 de enero de 2008

Está todo previsto. ¿Verdad?

En macroeconomía, como todo en la vida, lo que sube tiene que bajar. Desde hace varios años asumimos que el auge de nuestra economía venía dado por la escandalosa expansión de nuestro sector de la construcción, amparado por un crecimiento especulativo del mercado inmobiliario que ha durado prácticamente diez años. Sabíamos perfectamente ésto. Igualmente, sabíamos que, como toda burbuja especulativa, el boom inmobiliario debería estallar en algún momento. Lo sabíamos.

Y a lo mejor es poner demasiada fe en los macroeconomistas (gente de natural propensa a decepcionar y decepcionarse) pero no me creo que no haya habido, durante los últimos diez años, al menos un estudio sobre los escenarios posibles de estallido de la burbuja y las posibles actuaciones por parte del Estado.

Dos cosas que no han de olvidarse: primeiro, la política macroeconómica de éste país (y de casi cualquier país) ya no está en manos del Estado. En nuestro caso, lo que decida el BCE y el Ecofin tiene más peso que lo que pueda hacer el Ministerio de Economía. Segundo: el bigotismo no ha abierto la boca en cuestiones económicas durante los últimos cuatro años. Si íbamos tan mal, ¿por qué no avisaron?

En todo caso, el mensaje en los mass media va a ser claro: la inflación y el paro suben y la culpa es de Zapatero. Y habrá quién se lo crea.

Seguiremos informando.

jueves, 3 de enero de 2008

Cien granjeros en un gimnasio

Antes de nada, feliz año.

Un pueblo perdido, rodeado de campos de maíz hasta donde alcanza la vista. En el gimnasio del instituto, unas mesas, sillas y montones de carteles rodeados de globos. En cada uno de esos carteles, el nombre de un candidato. La gente va entrando (las puertas están abiertas) y se va situando junto a los carteles del candidato de su preferencia. Llegan las seis de la tarde, se cierran las puertas y se cuenta la gente: el candidato que tenga más partidarios, gana. Y luego se van todos a su casa.

Eso, el contar cien granjeros en un gimnasio, es un caucus de Iowa. Y así comienza el proceso de elección presidencial más grande del mundo (China vota a su manera (ejem) e India es una república parlamentaria) . Sí, amigos, empiezan las elecciones estadounidenses y, como la prensa se ha cansado de decir, van a ser las primarias más abiertas en mucho tiempo.

Mi candidato favorito (favorito en el sentido de que Kim Jong-Il es mi dictador favorito) es, por supuesto, el favorito republicano, Mike Huckabee, gobernador de Arkansas (como Bill Clinton; de hecho son del mismo pueblo), bajista en el grupo musical parlamentario Capitol Offense (los grupos musicales parlamentarios son algo fantástico; si algún día acabo en el Parlamento, fundaré uno) y que ha jugado la baza del fundamentalista cristiano y buen padre de familia. Pero si Huckabee me ha ganado entre sus partidarios para siempre es por haber obtenido el apoyo del gran Chuck Norris y haberse ido a una residencia de ancianos con él; es lo de la "autopista Matlock" de Los Simpson hecho realidad.

El debate aún está empezando y, en consecuencia, no voy a lanzarme en conclusiones serias. Las primarias iniciales sirven mayoritariamente para descartar candidatos, no para aclamarlos.

Pero desde aquí se les intentará mantener actualizados acerca de los progresos electorales en Yankilandia. No me fallen.

Seguiremos informando.