lunes, 3 de diciembre de 2007

Se busca bar

Aparentemente, la noticia de éste fin de semana ha sido que los cretinos de ETA han vuelto a asesinar. El hecho de que ésta gente viva todavía anclada en su esquizofrenia de la Euskal Herria ocupada y oprimida y que eso le sirva de justificación para ir pegando tiros por la vida me provoca un mixto de indignación, rabia y vergüenza ajena. Y es por eso que no merecen más de parte de éste su corresponsal que el equivalente escrito de un escupitajo en la cara: el desprecio más absoluto.

Así que éste artículo va dedicado a la otra noticia del fin de semana: la orfandad de éste su corresponsal y de la bandada de réprobos que con él comparte aventuras y desventuras, al echar el cierre el Zaratustra, bar que durante el último año fue su refugio, sala de fiestas y lugar de reunión oficioso.

Los bares, cuándo cierran, lo hacen por un mixto de factores: gastos en aumento, beneficios en descenso, noches en vela y demasiados borrachos para la simple tolerancia humana. El factótum del Zaratustra, el gran Andrés, los vivió todos (tal y como nos lo explicó) y por eso su decisión de bajar la cortina. En su descargo, podemos decir que otro de los factores del cierre ha sido el sueño y al mismo tiempo la pesadilla del cualquier barman: crear un lugar tan interesante y divertido que uno frecuentaría si pudiese, pero no puede porque está detrás de la barra.

Así que la noche del sábado el Zaratustra cerró a lo grande, con una velada a base de alcohol, Nietzsche y un ukelele. Aquí su corresponsal hizo su parte: pidió, por última vez, lo de siempre (tres minis de Coca-Cola, tres) y salió al escenario a hacer el moñas con el del ukelele, cantando Losing my Religion con los ojos cerrados para no darse cuenta de lo que estaba haciendo, y, al final, acabar durmiendo en la misma habitación que un tipo que ronca como un camión Pegaso mal regulado y siendo despertado por un imberbe tarado que decidió que tocar (mal) la flauta dulce a las diez de la mañana de un domingo era una decisión tan buena como otra cualquiera.

En fin, gran noche. Se busca bar.

Seguiremos informando.

3 comentarios:

Pedro Corpa Hervás dijo...

Vayan desde aqui mis mas sentidas loas por tan insigne antro. Y mi pésame a Luis, Jaime, Miguel y vos, por la pérdida de vuestro segundo hogar.
¡Ahora hay menos sitios donde encontraros!
en cuanto a Andrés: Descansa En Paz. Lo hace y a gusto, además.
Por cierto, "un desalojo, otra ocupación"
Y tan panchos ¿no?

Anónimo dijo...

¡Demonios Thaigo! ¡Especifica un poco más!

Anónimo dijo...

Bueno, el Pegaso mal ajustado "no se ajusta por nada", según me han dicho... Pero te callas las circunstancias en las que disteis con vuestros huesos en un sueño incómodo, etílico e interrumpido... Porque yo os vi por la calle retirándoos, pero no estabáis solos sino bien acompañados, eran las tantas y vuestro rumbo prometía nuevas aventuras.
En fín, que aquí el gentleman eres tú, eso esta claro...

Por cierto, acerca del primer y grave tema que tocabas, hace tiempo recuerdo que un periodista propuso un pacto de silencio en los medios de comunicación sobre el tema... Pensando ques ería una gran medida para jugarla en su contra. Soy muy escéptico al respecto, claro, pero a veces lo recuerdo y me lo planteo...